Daniel Guastavino vive una vida llena de aventuras. En Greif, ocupa el cargo de gerente regional sénior en la planta de Embalajes y Servicios Industriales Rígidos de Tigre, Argentina. Para divertirse, Daniel escala montañas.
“Hace 20 años, un día cualquiera en la oficina, empecé a buscar grandes logros”, dice Daniel. “Fue entonces cuando empecé a escalar”.
Daniel y su compañero de escalada Diego alcanzaron recientemente la cima del Kilimanjaro en Tanzania, África. La montaña se encuentra a casi 6.000 metros (19.000 pies) sobre el nivel del mar. Tardaron seis días en llegar a la cima.
“Era una cultura completamente diferente. Había vistas magníficas, fauna y naturaleza”, dice Daniel. “El último día hasta la cumbre fue desafiante, con fuertes vientos y -22 °C en la cima, algo totalmente inusual, pero fue gratificante”.
Daniel es incontable en las últimas dos décadas, pero hay varias entre 4500 y 6500 metros sobre el nivel del mar. Ha escalado Pisco y Vallunaraju en Perú, Huayna Potosí en Bolivia, y Cerro Plata, Domuyo y San Francisco en Argentina, todos cerca o por encima de los 6000 metros. Se puede tardar hasta dos semanas en llegar a la cima de montañas de esta altura. Además, Daniel es un entusiasta del ciclismo de montaña, cruzando los Andes y pedaleando por la Patagonia.
“Te conoces a ti mismo y conoces tus límites. Los superas. Despejas tu mente y sabes que casi todo es posible”, dice Daniel. “Por eso escalar es tan gratificante para mí”.
Daniel no piensa dejar las botas de trekking pronto. Sus aspiraciones futuras incluyen posibles viajes a Bolivia y Perú.
“Tienen las montañas más hermosas del mundo. También tienen una cultura y una gente únicas”, dice. “He visto muchísimo, pero hay muchísimo más que ver”.
Foto: Daniel (en rojo) y Diego (en amarillo) posan en la cumbre del monte Kilimanjaro.
